Por fin llego el fin de semana, lo estaba deseando como agua de Mayo.
Estoy en casa, escribiendo con dolor de brazos, no sé si son agujetas o fatiga, pero a pesar de todo estoy feliz.
El Lunes entrené en Barajas, el Miércoles en Villalkor y el Jueves cogí el coche y puso rumbo a Valladolid.
Fueron dos horitas de coche, pero mereció la pena, quería conocer a mis nuevos compañeros del Parquesol Valladolid, con los que voy a compartir piscina este año.
No voy a contar el entrenamiento porque ya sabéis como son los entrenamientos de waterpolo, lo que sí voy a contar es que tiene un buen grupo, gente con ganas de aprender y disfrutar.
Me sentí muy a gusto con ellos, tanto que después de la cena con algunos miembros del equipo nos fuimos a tomar algo a un bar mítico de Valladolid, el Merinos, muchas risas allí ☺
La vuelta a casa de madrugada fue más dura, pero llegue sano y salvo.
El día 13 de Noviembre tenemos el primer partido contra el Máster Madrid, tengo ganas de jugar, espero hacerlo bien y ayudarles en todo lo que pueda.
Desde aquí gracias a todos los compañeros por el buen recibimiento, ¡nos vemos pronto!